Tal leyenda urbana surgió en Japón después de que en la década de los 90 Sony lanzara productos imperfectos, que fallaban, que se rompían etc. La gente se cansó y surgió la leyenda del “Sony Timer“. Hoy en día en Google pueden verse más de medio millón de resultados sobre el tema. Sony tiene reputación muy mala en Japón y en los últimos años esa mala reputación se está extendiendo por todo el mundo debido a las incidencias con baterías que explotan y otros problemas con la PSP y la PS3.
A otras marcas como Epson ya se le prohibió en la Unión Europea la instalación de un chip que limitaría voluntariamente la vida de los cartuchos de sus impresoras. Como menciona el documental de Cosima Dannoritzer y Joan Úbeda titulado "Comprar, tirar, comprar” , que denuncia la obsolescencia planificada, indica que podría ser una realidad.
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