Flecha de plata

Un camino se abre

Una rama creciendo

Un poema olvidado

Un destino cambiado

¡Oh dulce melodía! si tan solo pudiera escucharte de nuevo

Y desdeñar el sentido guiado sobre una flecha  de plata oxidada

Abrir un camino entre la niebla del tiempo

Para lindar lo impensable, la oscuridad prohibida

Encumbrar un paso a otro

En una escalera que no tiene final

Solo para ver

El fuego que quema y cura.

Eiji Mnemonic

De luz y oscuridad

Somos turistas en el jardín del deseo,

Las llamas y las cenizas nos consumen

 Y como necios

Cruzamos las puertas

De luz, de oscuridad

Y donde se encuentran las manos

Se encuentran los besos

Otra tragedia griega

La ilusión de espejos se funde en un oasis

Se raja la luna de envidia

Tantas almas y ninguna suya

Caen las plumas

Una a una

Y los ojos que explotan

Como un sol áureo

Somos absurdos en el jardín de la razón

Pero igual cruzamos las puertas

De luz, de oscuridad.

Eiji Mnemonic

Te ví, te veo.

Yo te vi entre caminos de piedra y adoquín, entre calles olvidadas y viejas, te vi en mis pensamientos ígneos y te veo ahora, aunque tú no, ¿Pero que ve el viento a las aves o el universo a una estrella? ¿Qué ve tu mirada impura? ¿Qué cubre el lienzo que ostenta el palacio de marfil? Desciendo en pesares cuando te veo. ¿Porque te veo?  Siento tus ojos, y siento las curvas que dan tus pestañas, y camino en tus pies por una playa de rocas, por lugares imposibles como una flor de fuego; quemando en la frente una idea insensata que me transporta en el tiempo y el espacio y me hace dudar de mis actos, la ilusión de la huída de una cinta en blanco y negro; las palabras que rozan el aire y lo seducen en cámara lenta. Las correas invisibles que tiran del pecho hacia fuera, porque quiere probar el sabor dulce y metálico de tus besos. La guerra declarada que nunca se consuma y es borrada como un oasis en un día de sed; las palabras que nunca se van a leer o ya se leyeron.
Te vi.

Eiji Mnemonic

La sinfonía de las aves

¿Quién sabe una historia o una melodía?

Que recuerde a una brisa amable

Ayer o este mediodía

Una paz hecha de nubes

La sinfonía de las aves

Los pasos escasos

Las risas.

Los soldados del rey sin dientes

Deslizándose por las copas de los arboles

Entre callejones y escaleras

Nadando en una corriente fluida

Relajado, durmiente

¿Quién siente?

Desprendió una o dos veces

Un río de agua invisible

Un desconocido

Espera

Disfruta

La dulce poesía que lo transporta, al siguiente nivel.

Eiji Mnemonic

Hojas de ámbar

Me gustaría mostrarte los paisajes de mis pensamientos y hacerte dar carreras entre las montañas lila y  los arboles de hojas de ámbar. Pisar su lecho de hojas de otoño pintadas por el tiempo de su existencia, y acariciarte en las cascadas de nuestros deseos; con besos, con poemas, con nuevos caminos y con canciones del corazón, un corazón que se alegra de verte cerca, de dejar atrás esa distancia vieja, aburrida. Un mundo hecho de pinceladas y de formas incontables.

Eiji Mnemonic