Así despertó y contempló sus alrededores. Lo primer que vió fue a ella.
No supo que cara poner, hizo una mueca, casi sonrió.
Ella lo miró y de verdad se rió.
Luego se volvió y lo miró dos segundos de reojo, volvió a reír y con la sonrisa cerró la puerta.
El se recostó, torció los brazos detrás de su cabeza y suspiró.
Eiji Mnemonic
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