En determinado momento me vi embebido en un sueño inconstante, una mezcla entre realidad y fantasía, y sentí el sabor del fruto dulce, y mis ojos giraron en compases abiertos y cruzados.
Más mi cuerpo bañado en la opulencia del cansancio, flotaba dulcemente por los confines del camino, si es que este realmente existía.
¿Y que es nuestra realidad, sino mas que una mera ilusión?
El engaño imperecedero de los sentidos, la mentira, la verdad; dos caras de una misma moneda, la serpiente que engulle el universo y que en su estomago en un mar de alquimia lo transforma nuevamente, una y otra vez.
Eiji Mnemonic
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