Reem

(...) el aire cortado, dibujó una línea invisible que separó la cabeza del cuerpo, haciéndola rodar salvajemente por el suelo. Dio un par de pasos alejándose del cadáver. Tomó la cabeza, que llovía sangre y la levanto con los dedos enredados en el cabello.
En sus ojos se vio una chispa y mostrándose su cara desgarrada por su horrible sonrisa dijo: Aquel que no me siga lo dejare vivir, con la condición de que su odio hacia mí, crezca cada día, que aborrezca cada parte de mí y de mi total existencia.
Porque lo que yo quiero son enemigos, pero enemigos fieles, que sean como mis hermanos derrocados y exiliados.

Eiji Mnemonic