Porque no dejas ver detrás de esa mirada de acero fundido,
si como cascadas llueven tus ojos cuando cae el manto de estrellas.
Y en cada vuelo abres tus alas, como las palomas grises que
miran desde lo alto.
Porque no dejas ver detrás de esa gran capa, que tapa la luz
y no deja entrar al día, si como dos cometas vas iluminando en demasía.
Porque no dejas ver si no es con tu boca, las palabras
silenciosas que la mía calla.
Eiji Mnemonic
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