En la investigación se demuestra que la E. Coli, resuelve el problema de los caminos hamiltonianos. Este problema consiste en, teniendo un número determinado de ciudades, calcular la ruta más corta entre 2 de ellas pasando por todas ellas.
Los científicos modelaron el problema, reduciendo el número de ciudades a 3, modificando genéticamente las E. Coli e introduciendo en su ADN rutas aleatorias entre las 3 ciudades, además introdujeron proteínas fluorescentes rojas y verdes en las bacterias. Las bacterias que encuentran un camino hamiltoniano entre las dos ciudades, activarían las dos proteínas y emitirían una fluorescencia amarilla. Después analizaron todas aquellas bacterias que tenían activadas ambas proteínas y el experimento fue satisfactorio, todas tenían un camino hamiltoniano entre ambas “ciudades”.
Este no es el primer experimento de este tipo realizado por este equipo, también han conseguido resolver otros problemas algorítmicos como el “Pancake Sorting“. Este grupo también ha contribuido con el “Registry of Standard Biological Parts“, que viene a ser un registro donde se añaden todos aquellos productos biológicos sintéticos que son susceptibles de ser usados como componentes de circuitos biológicos.
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Fuente: guardian.co.uk
“Acostumbramos a trazar límites demasiado estrechos a nuestra personalidad. Consideramos que solamente pertenece a nuestra persona lo que reconocemos como individual y diferenciador. Pero cada uno de nosotros está constituido por la totalidad del mundo; y así como llevamos en nuestro cuerpo la trayectoria de la evolución hasta el pez y aún más allá, así llevamos en el alma todo lo que desde un principio ha vivido en las almas humanas.
Todos los dioses y demonios que han existido, ya sea entre los griegos, chinos o cafres, existen en nosotros como posibilidades, deseos y soluciones. Si el género humano se extinguiera con la sola excepción de un niño medianamente inteligente, sin ninguna educación, este niño volvería a descubrir el curso de todas las cosas y sabría producir de nuevo dioses, demonios, paraísos, prohibiciones, mandamientos y Viejos y Nuevos Testamentos.”
Demian de Herman Hesse.
